En 1943, la fonda La Paloma ya figuraba como un lugar destacado en la Guía Turística Comercial de Mallorca. Versificada (Palma, 1943), mencionada en las páginas 213 y 325. 

Durante el periodo de 1945 a 1953, el negocio estuvo a cargo de Jaime Mulet Alemany y Catalina Castell Simó. En 1948, Miguel Llabrés Fiol y su esposa Catalina Mulet Pujol tomaron las riendas del local, que en aquel entonces era un punto de encuentro habitual para los soldados y trabajadores del muelle. Uno de los platos más populares de la época era la “carne con patata”, una receta humilde de la posguerra que consistía en pequeños trozos de ternera sofritos en una gran cacerola con un poco de caldo.

Entonces, la fonda era muy frecuentada por los soldados y los trabajadores del Muelle. Un plato muy popular de esa época era la “carne con patata”. Este era un plato pobre típico de postguerra que consistía en servir unos trozos de ternera, cortada en trozos pequeños, sofritos dentro de una gran cacerola, añadiendo un poco de caldo.

Entre 1955 y 1968, Miguel Llabrés y Catalina Mulet volvieron a gestionar La Paloma, consolidándola como una de las fondas más populares del barrio. Hacia 1968, aproximadamente, Miguel Llabrés traspasó la fonda a los hermanos Jaime y Sebastián Buades, quienes continuaron con su legado.

Miguel Llabrés traspasa la fonda a los hermanos Jaime y Sebastián Buades.

En 1989, se llevó a cabo la compra del edificio.

En 1992, el restaurante reabrió sus puertas bajo la dirección del actual propietario, Mikael Appelqvist. 

En 1995, se realizó una reforma estructural e integral que modernizó La Paloma, manteniendo su esencia y convirtiéndola en el restaurante que hoy conocemos.